Bogotá D.C., 18 de Noviembre de 2020.

Mientras los habitantes de nuestro querido país y del mundo entero sufren las consecuencias del covid 19 el gobierno  Duque halló la manera, sin duda aconsejado por la OCDE y el FMI, de sacarle provecho. No se trata solamente de que Duque salga todos los días por televisión en un insoportable e interminable espectáculo de demagogia sino que ha usado la tragedia como cortina de humo para expedir cientos de decretos, presentar junto con los partidos de gobierno decenas de proyectos de ley  a cuál más  lesivo y adelantar una campaña que tiene como consecuencia principal destruir las fuentes de riqueza y, por ende, el empleo.

Le arrebata los derechos laborales a los trabajadores, continua la tarea de arruinar la agricultura y la industria, convierte la cultura en un negocio de los monopolios y liquida la educación y la salud públicas, entre otros desafueros. De hecho lo que ha dado el Gobierno duquista para combatir la recesión es tan ínfimo que causa vergüenza compararlo con otros países. Sus genialidades se reducen a que la prima se pague en noviembre, de tal manera que lo que se consuma ese mes se le tendrá que restar a lo que debía gastarse en diciembre.

Cuando los ciudadanos cansados de las medidas del presidente salen a las calles, pone el grito en el cielo, en el colmo del oportunismo, porque las protestas contra su mal gobierno van a traer el contagio, cosa que no ha sucedido en las manifestaciones pacíficas y democráticas que tomando las medidas de bioseguridad pertinentes han desfilado por todo el país.

No ha respondido a las peticiones que se le han hecho desde el Comité Nacional de Paro como no lo hizo con la minga, hace oídos sordos al creciente número  de voces que piden un cambio en el fundamentalismo económico y exigen la renegociación de los TLC.

Contra el magisterio se han utilizado diversos métodos: campañas de desprestigio, amenazas, decretos y proyectos de ley que aniquilan conquistas de decenas de años de lucha, despido de maestros, la destrucción de la ley general de educación, que es la reforma educativa más avanzada que haya habido en Colombia y que les causa urticaria porque está con la ciencia, la tecnología y el desarrollo del país por medio de la autonomía escolar, esto, sumado al incumplimiento de los acuerdos suscritos con FECODE sobre el crecimiento real y progresivo de la financiación de la educación, salud, agua potable y saneamiento básico y el cierre de las brechas educativas y tampoco ha adecuado las sedes educativas ni las ha dotado de los elementos de bioseguridad.

La táctica de Duque con respecto al magisterio es inmovilizarlo mientras destruye la educación pública y arrasa los derechos. En consecuencia, la táctica del magisterio dirigido por Fecode y apoyado por la Cut, los sindicatos, los padres de familia y los estudiantes es la movilización democrática, pacífica y multitudinaria.

¡VIVA EL PARO NACIONAL DE 19 NOVIEMBRE!

Equipo Sindical de Educadores Demòcratas-ESEDA, Tribuna Magisterial Nacional  y Fuerza Alternativa Sindical – FAS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

× ¿Cómo puedo ayudarte?