Transcripción de la intervención del senador Jorge Enrique Robledo, plenaria del Senado, 4 de mayo de 2015

Las cuentas no dan, porque el plan se diseñó con petróleo a 87 dólares y porque presupuso un crecimiento de la economía de 4,2 por ciento. El gobierno sigue empeñado en la locomotora minera, otro absurdo. Las vías 4G, el Plan para la Elección del doctor Germán Vargas Lleras como presidente de la República. Un Plan redactado por los gringos, lo que confirma el proceso de recolonización. 749 artículos aprobados a los pupitrazos. Duro ataque al medio ambiente. El PND, una suma de negocios privados, es ilegal e inconstitucional.

En relación con el Plan Nacional de Desarrollo, el Polo no tuvo ocasión de fijar su punto de vista en las Comisiones respectivas. Hoy vamos a hacerlo aquí. Me propongo hacer una intervención general y mis colegas de bancada van a actuar también en el proceso de debate con artículos particulares que plantear.

Lo primero que habría que señalar es que las cuentas del Plan no dan. Empieza fracasando por sus propias cifras, porque el gobierno cometió un error imperdonable al haber diseñado el Plan suponiendo el petróleo a 87 dólares, unas condiciones completamente distintas a las que hoy se están presentando. Recuerdo incluso, doctor Cárdenas, cuando debatíamos el año pasado la ley de regalías, y usted debe de acordarse, cómo yo le expresé que suponer regalías con petróleo a 85 dólares no se correspondía con la realidad. Sin embargo, el gobierno se empeñó y mantuvo el Plan con esas cuentas. Pero la realidad es tozuda. La víspera del día en que iba a presentarlo ante el Congreso, el gobierno les tuvo que hacer un recorte de 90 billones de pesos a las cuentas. El ministro tuvo que peluquear el Plan ¡la víspera!

También la modificación se quedó corta, porque el minhacienda siguió suponiendo tasas de crecimiento y realidades económicas como si no hubiera hecho ese recorte y como si los asuntos petroleros no se hubieran seguido deteriorando. Entonces el Plan sigue consignando que este año la economía va a crecer al 4,2 por ciento. No es cierto. Lo confirman el Banco de la República, Anif, el PNUD, el Fondo Monetario Internaciona y la Cepal y, sin embargo, las cuentas del Plan siguen presuponiendo un 4,2 por ciento. Es obvio que si yo inflo la primera cifra de una serie de cuatro años, pues inflo toda la serie.

Y cuando uno mira con más detalle, ve que las cuentas suponen crecimientos para la industria y para el agro superiores a los de los cuatro años precedentes, un absurdo. La economía nacional ha entrado en un problema complejo. Tiende a agravarse y las condiciones internacionales tampoco son buenas. Entonces, en suma, todo el plan está inflado. Nada va a ser cierto, ni lo que supone el gobierno sobre inversión extranjera ni lo que supone sobre el déficit de la balanza comercial ni lo que supone sobre la balanza cambiaria. El plan está montado sobre una ficción, sobre hechos que no van a ocurrir. Porque, repito, se diseñó con unos números y resulta que los números cambiaron profundamente, doctor Simón Gaviria.

La locomotora minera, otro absurdo

Lo segundo, no menos grave, es que el Plan de Santos II es filosóficamente idéntico al de Santos I y con las mismas lógicas, apenas natural, pero lo que pasa es que las circunstancias cambiaron por completo. Mientras que el Plan de hace cuatro años se diseñó con unos precios mineros altos, con el actual ocurre lo contrario, porque estamos en una crisis de los precios. Ya los funcionarios no hablan de la tal locomotora, pero en la práctica mantienen la idea de que la minería va a ser la locomotora del desarrollo nacional. Otro absurdo. Tampoco se corresponde con la realidad, así estén empeñados en darles más gabelas a la minería extranjera que se instale en Colombia.

Tampoco es cierto ni serio ni realista el encadenamiento, la capacidad de arrastre, que le están concediendo ustedes a las vías 4G, el Plan para la elección del doctor Germán Vargas Lleras como presidente de la República. De entrada, los 12 proyectos adjudicados todavía no tienen cierre financiero. Y quiero ver si lo van a lograr. Pero, además, no dan las cuentas en la mitad de los proyectos 4G, de la segunda y la tercera ola, según un estudio de la ANIF, porque el número de vehículos que pasan por los peajes es insuficiente para atraer la inversión privada. Ni siquiera con el disparate de la privatización de Isagen van a poder apalancar las vías 4G.

El Plan se raja entonces por completo en matemáticas y carece de realismo. Van a tener que pasarse ustedes todo estos años ajustando las cuentas, como tuvieron que hacerlo con el Presupuesto Nacional, reducido para este años en 6 billones de pesos.

Un Plan redactado por los gringos

Este es un Plan Nacional de Desarrollo, y puede ser de lo peor, redactado en proporciones muy grandes por los gringos y por los socios principales de los gringos, la Unión Europea, un espectáculo bochornoso. Esto sólo daría para hundirlo.

El director de Planeación, el doctor Simón Gaviria, señaló que en este Plan van 136 exigencias de la OCDE, de las 230 que esa organización le plantea a Colombia. La OCDE, controlada por los gringos, es una especie de mascarón nuevo. En vez del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, ahora nos traen a la OCDE para confundir incautos. Obvio que esa institución está manejando las cosas en función de los intereses de las trasnacionales europeas y gringas. Bochornoso lo que han informado los medios de comunicación, que los técnicos de la OCDE celebraron 40 reuniones con los técnicos del Ministerio de Agricultura para dictarles qué se definía en política agraria. La OCDE es una de las principales impulsoras de los tratados de libre comercio a favor de las grandes potencias, que utilizan subsidios agrícolas por 257 mil millones de dólares. Estamos ante un hecho abiertamente violatorio de la ley, porque aquí el Ejecutivo ha sometido a Colombia a un tratado internacional a través de la OCDE, tratado que se tramita violando la Constitución, porque no ha sido aprobado por el Congreso ni tiene revisión de constitucionalidad por parte de la Corte Constitucional. No son textos conocidos y, como si fuera poco, son 230 acuerdos que nos llegan preñados, porque el día de mañana la OCDE se podrá inventar otras 20 ó 50 o cien exigencias a las que Colombia tendrá que adherir automáticamente, porque Colombia no entra a la OCDE mediante una negociación, como ocurre con los TLC, sino que entra por adhesión, como lo ratifican todos los documentos de los que estamos hablando. Les llamo la atención, colegas del Senado, sobre un hecho de extrema gravedad, violatorio de la Constitución, y que confirma cada vez más el proceso de recolonización que está viviendo la economía nacional en beneficio de los gringos y de sus socios principales de la Unión Europea.

Traigo a colación del caso de Grecia, miembro distinguidísimo de la OCDE, para que ustedes vean la gravedad de lo que ocurre. Y yo les pregunto a ustedes, ¿habrá martirologio peor que el que viene sufriendo el pueblo griego por cuenta de las decisiones de la Unión Europea? Pues a ese abismo es a lo que están impulsando a Colombia y aquí nos lo presentan como una genialidad. Para muestra un botón. El artículo 1º del Plan Nacional de Desarrollo estipula que Colombia asume los estándares de la OCDE. Y los estándares no son las necesidades de la nación, sino los intereses de las transnacionales y las potencias imperialistas que hoy controlan el mundo y que han destruido el aparato productivo colombiano.

749 artículos aprobados a pupitrazos

En relación con el articulado, es bien difícil referirse a él. Son 262 artículo, y 487 de otros Planes de Desarrollo vienen también inmersos en este. O sea que se pretende votar entre hoy y mañana 749 artículos, 487 de los cuales vienen de otros Planes nacionales de desarrollo y ya ni nos acordamos sobre qué versan. En relación con esos artículos voy hacer varias menciones, y los colombianos me van a excusar la brevedad, pero es que es imposible hacerlo de otra manera, porque el tiempo que nos han dado es apenas de 15 minutos. Invito a los colegas del gobiernismo y a los partidarios de este Plan de Desarrollo que ojalá tengan la paciencia de escuchar a la oposición, aun cuando sea por una norma de cortesía, de esas mínimas que uno supondría debe haber en este tipo de recintos.

En relación con la minería, el Plan de Desarrollo se propone otorgar más gabelas a las mineras, para reemplazar con nuevos privilegios la caída de los precios internacionales. Es de una desproporción inaudita. Para poder hacerlo viene un duro ataque al medio ambiente con las licencias ambientales exprés, el control absoluto de los recursos del agua por parte del gobierno nacional y más medidas de desprotección de los páramos en beneficio de la gran minería.

En el caso de la educación, sobre la que el gobierno nacional ha alardeado tanto, realmente ahí no hay nada. Una buena dosis de demagogia con los cuentos de que para el 2025 y para el 2030 seremos la gran potencia, pero en la práctica lo que hay es un una política de privatización para negarles a los ciudadanos el derecho a educarse. Y APP, alianzas público-privadas, para construir infraestructura educativa, que no es otra cosa que la privatización de la educación pública, en lo que ha venido haciendo esfuerzos el propio presidente Juan Manuel Santos. En relación con el transporte urbano, más negocios de Transmilenio, más privatizaciones, más subsidios a los negociantes privados del transporte público urbano, e impuesto de valorización para financiar ese tipo de obras.

El PND, una suma de negocios privados

Es que el Plan de Desarrollo no es un plan de desarrollo, colegas del Senado, es una suma de negocios privados. Si tuviéramos tiempo, uno casi que podría decir: este artículo es el negocio de fulano, este otro es el negocio de zutano, este artículo lo puso aquí no sé quién para beneficiar de una u otra manera a algún personaje nacional o extranjero. En el caso de la televisión, repugna particularmente que vaya un artículo para aumentar el tiempo de pantalla de la televisión extranjera en la televisión nacional. O sea, los enlatados sustituyendo trabajo nacional por trabajo extranjero. La eterna historia de los TLC, porque se trata de un artículo exigido por el TLC con Estados Unidos. Y tal como está redactado, amigos de la televisión, actores, actrices, directores, productores, guionistas, no se hagan ustedes ilusiones, porque está calculado para dar la impresión de que no va a pasar nada y sí va a pasar.

Aumento de los impuestos, aumento de los impuestos prediales disfrazados, nuevo impuesto a los parqueaderos, contribuciones al uso del agua, impuesto al alumbrado público cobrado en la factura del predial, una manera de imponernos una nueva contribución a los colombianos.

En relación con la salud, ocurre algo también bochornoso. El doctor Alejandro Gaviria tuvo la frescura de meternos dentro del Plan Nacional de Desarrollo, a las escondidas, la ley general de salud que le fracasó del año pasado. Deberían tener por lo menos el grado de seriedad suficiente para tramitarla como una ley aparte, pero nos la meten aquí como un embuchado y el Senado debería exigir entonces que se retire todo ese articulado. Que si el gobierno lo quiere, lo tramite como una ley aparte, pero que no nos imponga este engendro en beneficio de las EPS y contra las clínicas y los hospitales públicos y privados, poniéndoles copagos a las decisiones de las tutelas de los jueces en favor de los ciudadanos y abriendo la puerta para que todas las cooperativas de salud se conviertan en vulgares negocios de particulares. Puerta que además se abre para que el día de mañana todas las cooperativas colombianas queden en manos de algunos tiburones del sector financiero nacional o extranjero. ¡Hasta dónde va a llegar el gobierno en su frescura para resolverle en últimas los problemas a Saludcoop y a unos pocos negociantes de la salud!

En relación con el agro, más TLC, como es obvio, más reemplazo del trabajo nacional por el trabajo extranjero. Se propone el Plan empezar a quitarles a los campesinos los derechos que hoy tienen sobre las tierras baldías del Estado, promover todavía una mayor concentración de las tierras rurales, extranjerizar las tierras, porque el propósito es entregarles las tierras rurales a los inversionistas extranjeros e imponer unas falsas asociaciones de campesinos con magnates a fin de convertir a los campesinos o a los pequeños empresarios en una especie de siervos de los inversionistas nacionales o extranjeros. Es decir, la Ley Urrutia, el Modelo Cargill, tan contrarios al progreso nacional.

Como se ve, señor presidente, el Polo Democrático Alternativo tiene muchas razones para oponerse a este Plan Nacional de Desarrollo. Y por último, quiero llamar la atención sobre la abierta ilegalidad del Plan y espero que la Corte Constitucional caiga con toda seriedad sobre este aspecto. Primero, porque el Plan es una ley que esconde un poco de leyes, una práctica irreglamentaria, un fraude legislativo. Hay leyes como la de la salud que se deberían tramitar por aparte. Pero además, viola el principio constitucional conocido como reserva de la ley. Qué quiere decir: que se le conceden al Ejecutivo excesivos poderes reglamentarios en razón de que el Congreso renuncia al deber de plantear con claridad cuáles son los límites de esa reglamentación. Estamos hablando de que hay 35 facultades al gobierno para que tome determinaciones reglamentarias, un hecho abiertamente inconstitucional.

Le llamo la atención al Congreso y especialmente a los congresistas santistas. ¿Hasta cuándo el Congreso va a seguir tolerando que el Ejecutivo imponga procesos legislativos que pisotean los derechos que tenemos quienes aquí resultamos elegidos? Es que a nosotros nos eligieron los colombianos fue para legislar, no para hacer la pantomima de que legislamos, mientras le concedemos al presidente de la República derechos inauditos. Aquí nos escogieron para que el trámite de la ley se haga como debe ser, por las Comisiones reglamentarias, con la especialización de los proyectos, con unidad de materia. Todas estas son figuras que desaparecen en este Plan.

En estas circunstancias, señor presidente, anuncio que el Polo va a votar en contra el informe con el que termina la ponencia y formalmente pido que se vote artículo por artículo de este Plan de Desarrollo, conforme a lo dispuesto por la Constitución y por la ley. Vamos a mirar, sin los afanes con los que se ha tramitado esta norma, qué es lo que van a votar, para que los colombianos, así sea a última hora, sepan cuántos embuchados vienen dentro de este proyecto.

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