Las negociaciones de Fecode, sobre un nuevo modelo de ascenso para docentes del 1278, deben ser sin secretismos y de cara al magisterio. ¡Exigimos Junta Nacional!

María Antonieta Cano Acosta, Bogotá, noviembre 21 de 2014

Deja muchos y serios interrogantes el acuerdo firmado por Fecode con el gobierno de Santos sobre las reglas de juego para la comisión encargada de negociar el nuevo modelo de ascensos del 1278:

1. Carta blanca. Los negociadores de Fecode acuerdan con Santos “que los integrantes tengan plenos poderes para definir en nombre del Ministerio de Educación y de FECODE respectivamente. No habrá espacios para refrendar los acuerdos a que se lleguen”. ¿Pasan por encima del Comité Ejecutivo y de la Junta Nacional de FECODE, otorgándose a sí mismos carta blanca?

2. Secretismo. Acuerdan “guardar confidencialidad de los acuerdos y los temas que se traten en las reuniones mientras no se haya llegado a un acuerdo definitivo”. ¿Secretismo en una negociación con el gobierno en la que está en juego la suerte de más de 150 mil maestros y maestras que ya somos del decreto 1278? ¡Inadmisible!

3. Lógica absurda. Acuerdan una “lógica de concertación donde: nada está acordado hasta que todo esté acordado”.

4. Cheque en blanco al gobierno. Acuerdan “establecer que en la ley o decreto ley deberán trazarse de manera muy general los lineamientos fundamentales de la modificación legal, y mediante decreto reglamentario se introducen todas las particularidades del acuerdo alcanzado”. Cómo así que “¿muy general?”¿Se le va a entregar un cheque en blanco al gobierno para que desde esa instancia reglamente como a bien tengan? Muy preocupante.

Ante la gravedad de lo aquí denunciado, tres ejecutivos de Fecode Francisco Torres, Óver Dorado y Luis Alberto Mendoza, dejaron una constancia en la que rechazan el acuerdo y exigen la inmediata convocatoria a una Junta Nacional, petición que nosotros respaldamos.

El Decreto 1278 de 2002 ha sido el golpe más duro infringido al magisterio en materia laboral, pues arrasa con la estabilidad laboral conquistada en 1979 con el 2277. Como si fuera poco, impone a los nuevos docentes un escalafón casi imposible de transitar al hacer depender la movilidad de unos exámenes de competencias amañados que dejan por fuera del derecho de ascenso a más del 80% de los maestros.

La devastadora política gubernamental ha mellado el espíritu de lucha y resistencia de nuestro gremio, pero las angustias del momento no pueden llevarnos ni al abatimiento ni a la claudicación. Por el contrario, la mayoría de Fecode debe ser consciente de que el magisterio necesita ser informado cabalmente sobre la gravedad del momento por el que atraviesa, un paso necesario asumir una actitud que nos coloque en condiciones de afrontar el embate del gobierno de Santos.

No basta con hacer llamados en abstracto a la movilización, convirtiéndolos en una rutina por salir del paso.

Somos más de 150 mil maestros del 1278 los que tenemos expectativa en el nuevo modelo de ascenso. Pero la mayoría de Fecode quiere actuar a puerta cerrada con un gobierno tan falaz como el de Santos, que ya ha dado muestras suficientes de querer hundirnos cada vez más.

Lo que el magisterio alcanzó con el paro de mayo debe ser defendido tanto en la mesa de negociación como en las calles con el paro y la movilización.

Está en juego conquistar o no un modelo de ascenso que no esté mediado por evaluaciones ni por criterios economicistas y que nos garantice realmente el ascenso.

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